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En CEPAN sabemos que la salud de tu bebé es tu prioridad. Por eso queremos hablarte de un virus que muchas veces se confunde con un simple resfriado, pero que puede ser muy peligroso para los más pequeños: el Virus Sincicial Respiratorio (VSR). Te contamos qué es, por qué la primera temporada de vida es la más riesgosa y cómo una sola vacuna puede proteger a tu hijo durante toda la temporada.

¿Qué es el VSR y por qué debes cuidarte?

El VSR es el virus que hoy causa más hospitalizaciones en bebés menores de 12 meses. A diferencia del resfriado común, este virus puede provocar problemas serios como bronquiolitis severa, dificultad para respirar, y en casos graves, hasta requerir terapia intensiva.

No pienses que “todos los niños lo pasan y ya”, porque en la primera temporada de vida, cuando los pulmones aún están inmaduros y las vías respiratorias son pequeñas, el VSR puede causar inflamación que bloquea la respiración y pone en riesgo la vida de tu bebé.

La importancia de la primera temporada

Durante los primeros meses, la vulnerabilidad de tu bebé es máxima. Por eso, la primera temporada de VSR (que inicia en octubre y va hasta marzo en México) es la más peligrosa. Un bebé sano puede complicarse en cuestión de horas.

Nirsevimab: el escudo que protege a tu bebé

¿Sabías que una sola dosis de nirsevimab puede proteger a tu bebé durante toda la temporada?

Este anticuerpo de larga duración funciona como un escudo para defenderlo del VSR desde los primeros días.

¿Quién debe recibir nirsevimab?

• Bebés menores de 8 meses  
• Niños entre 8 y 19 meses con factores de riesgo como prematurez con DBP, cardiopatías congenitas, inmunodeficiencias, fibrosis quística u otros.

¿Por qué es tan importante?

• Reduce hasta en un 80% las hospitalizaciones por VSR.  
• Protege durante 5 a 6 meses con solo una dosis.  
• Se puede administrar junto con otras vacunas.  

¿Cuándo aplicarla?

Antes o durante la temporada de VSR (octubre a marzo).

¿Quieres lo mejor para tu bebé? No esperes más

Proteger a tu pequeño es urgente y sencillo con nirsevimab. No dejes que un virus inesperado dañe la salud y tranquilidad de tu familia. Acércate a nuestros especialistas, te acompañamos con calidez y confianza para cuidar lo que más quieres.

Agenda tu cita hoy y brinda a tu bebé la protección que merece

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México está experimentando una notable baja en las temperaturas, especialmente en estados del norte y centro como Durango, Chihuahua, Zacatecas, Estado de México, Morelos, Puebla y Ciudad de México, donde se han registrado temperaturas de hasta 0 a -10 grados en las mañanas y noches. Esta temporada invernal, que comprende principalmente de noviembre a enero, afecta especialmente la salud de niños, adolescentes y personas vulnerables, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias como gripa, bronquitis, neumonía, e incluso complicaciones más serias.

Los niños menores de cinco años son especialmente sensibles a estas condiciones. Las bajas temperaturas pueden debilitar el sistema inmunológico y provocan un mayor número de infecciones respiratorias que, si no se atienden a tiempo, pueden agravarse. Por ello, es fundamental que como padres estemos alerta y tomemos medidas preventivas para proteger su bienestar.

• Abrígalos adecuadamente: Usa varias capas de ropa, preferiblemente de algodón o lana. No olvides gorros, bufandas y guantes para proteger extremidades y cabeza, donde se pierde mucho calor.
• Evita cambios bruscos de temperatura: No los expongas directamente al frío intenso ni dejes que transiten rápido entre ambientes cálidos y fríos sin protección.
• Hidratación y alimentación: Asegúrate que consuman abundante agua y alimentos ricos en vitamina C y A, como cítricos, verduras de hoja verde, zanahorias y calabaza, para fortalecer sus defensas.
• Mantén ventilados los espacios cerrados: Evita usar estufas o calentadores sin ventilación adecuada para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono.
• Atiende síntomas de alarma: Fiebre persistente, dificultad para respirar o decaimiento general son señales para acudir pronto al pediatra.

Estas prácticas no solo protegen a los niños de enfermarse, sino que también apoyan a mantener su energía y vitalidad para continuar con sus actividades diarias, escolares y recreativas, mejorando su calidad de vida durante el frío. Además, fomentan el desarrollo de hábitos saludables que contribuirán a su bienestar futuro.

En esta temporada de bajas temperaturas en México, la prevención y el cuidado son la mejor defensa para mantener a nuestros hijos sanos y felices.
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• Moderar la cantidad de dulces y preferir chocolates oscuros o frutas secas como premio.
• Asegurarse de que los niños se cepillen los dientes al menos dos veces al día, especialmente después de consumir dulces.
• Evitar que los dulces se consuman poco a poco durante todo el día, pues aumenta el daño dental.
• Incentivar beber agua en lugar de refrescos o jugos azucarados que empeoran la salud bucal.
• Visitar al dentista para una limpieza y revisión previa o posterior a la celebración.

• Promueve una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas y carbohidratos complejos.
• Prioriza el descanso, ya que los adolescentes necesitan entre 8 y 10 horas de sueño para funcionar bien.
• Incentiva la actividad física regular, que ayuda no solo al cuerpo sino también a controlar el estrés y mejorar el ánimo.
• Fomenta la educación emocional y espacios para expresar miedos, dudas y alegrías.
• Anima a involucrarse en hobbies y grupos sociales que fortalezcan habilidades y autoestima.

• Programa la vacuna con pediatras o centros de salud antes de que llegue el frío intenso.
• Acompaña la vacunación con hábitos como lavado constante de manos y evitar exposiciones innecesarias.
• Recuerda que reacciones leves como dolor en el brazo o fiebre baja suelen ser normales y pasan pronto.

Vacunar a los niños contra la influenza es una medida segura y esencial para proteger su salud, especialmente en esta temporada donde el frío y el regreso a clases aumentan la circulación del virus. La vacuna puede aplicarse a partir de los seis meses de edad y no solo protege al niño, sino que también crea un escudo de defensa para toda la familia.

La influenza es una enfermedad común pero que puede causar complicaciones severas en niños pequeños, originando hospitalizaciones y, en casos extremos, consecuencias graves. La vacunación anual prepara el sistema inmunológico para reconocer y combatir el virus, reduciendo la probabilidad de enfermarse o de sufrir síntomas graves.

¿A qué edad se recomienda vacunar?

La vacuna contra la influenza está aprobada para niños desde los 6 meses en adelante. Los más pequeños, entre 6 meses y 8 años, pueden necesitar dos dosis en la temporada si es la primera vez que se vacunan, con un intervalo de al menos 4 semanas entre ellas.

Beneficios de la vacunación en niños:

•   Disminuye el riesgo de enfermedades graves y hospitalizaciones.
•   Reduce la propagación del virus en la familia y la comunidad.
•   Mantiene a los niños activos y sanos para rendir en la escuela.
•   Protege a grupos vulnerables, como bebés menores de 6 meses que aún no pueden vacunarse y personas con condiciones crónicas.

Consejos para padres:

•   Acuda al pediatra para programar la vacunación lo antes posible, idealmente antes de que comience el invierno.
•   No espere por una vacuna específica; cualquier vacuna aprobada para la edad del niño es efectiva y segura.
•   Continúe con medidas preventivas como lavado frecuente de manos y evitar el contacto cercano con personas enfermas.
•   Esté atento a posibles reacciones, que suelen ser leves y temporales como dolor en el lugar de la inyección o fiebre baja, y consulte al médico si tiene dudas.

Vacunar a los niños contra la influenza es una decisión responsable que protege su salud y la de quienes los rodean. Aplicar de esta medida este otoño-invierno es prepararlos para crecer, aprender y jugar sin interrupciones por enfermedad.

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Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, pueden contribuir a mantener un sistema digestivo sano. Hay que recordar que por el intestino se absorben todos los nutrientes. Los niños que han tomado antibiótico o que tienen episodios frecuentes de diarrea es importante apoyarlos con probióticos. No son una cura mágica, pero cuando son bien indicados contribuyen al equilibrio de la flora intestinal. Lo ideal es consultarlo siempre con el pediatra antes de darlos.”

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La flora intestinal es un ecosistema formado por bacterias “buenas” que ayudan a la digestión, absorción de nutrientes y fortalecen las defensas naturales del cuerpo. Cuando este equilibrio se altera, por ejemplo tras un tratamiento con antibióticos o por infecciones que causan diarrea, los probióticos pueden ayudar a restablecer el balance y proteger la salud intestinal.

Beneficios comprobados de los probióticos en niños:

•   Mejoran la digestión y reducen problemas como diarrea, gases o cólicos.
•   Previenen infecciones intestinales al competir con microorganismos dañinos.
•   Refuerzan el sistema inmunológico, ayudando a evitar enfermedades comunes.
•   Facilitan una mejor absorción de nutrientes esenciales para el crecimiento.
•   Ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal tras el uso de antibióticos.

Cuidados y recomendaciones para padres:

•   Los probióticos no son una solución milagrosa, pero sí un complemento valioso cuando se usan adecuadamente.
•   Siempre se debe consultar al pediatra antes de iniciar su uso, para elegir la cepa y dosis correcta según las necesidades del niño.
•   No todos los productos probióticos son iguales; algunos están diseñados específicamente para niños.
•   Mantener una alimentación equilibrada, rica en fibra y agua, ayuda a favorecer la salud intestinal junto con los probióticos.

En conclusión, los probióticos pueden ser un gran aliado para fortalecer el sistema digestivo de los niños, especialmente aquellos con problemas digestivos frecuentes o que han tomado antibióticos. Su uso responsable y bajo supervisión médica garantiza el máximo beneficio para la salud intestinal y el bienestar general del niño.

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