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Escarlatina e Influenza en niños: ¿cómo diferenciarlas?

abril 8, 2025

En temporada de enfermedades respiratorias, es común que los niños presenten fiebre y malestar general. Sin embargo, no todas las infecciones son iguales. Dos de las más frecuentes en esta época son la escarlatina y la influenza, y es importante saber diferenciarlas para actuar a tiempo.

Escarlatina

•Es causada por una bacteria (Streptococcus pyogenes).

•Comienza con fiebre alta, dolor de garganta y malestar general.

•Aparece un salpullido rojo, áspero al tacto (como “lija”), que inicia en cuello, axilas o ingle.

•Puede acompañarse de lengua roja (en “fresa”) y descamación en manos y pies.

•Se trata con antibióticos, como penicilina o amoxicilina.

Influenza

•Es causada por un virus.

• Se presenta con fiebre, dolor muscular y de cabeza, y una tos seca intensa.

•Puede haber congestión nasal y ojos llorosos, pero no suele causar salpullido ni afecta la lengua.

•El tratamiento se basa en reposo, líquidos y medicamentos para bajar la fiebre. Los antivirales solo se usan en ciertos casos.

¿Qué hacer si tu hij@ tiene fiebre y malestar?

Consulta con su pediatra. Un diagnóstico oportuno es clave para iniciar el tratamiento correcto y prevenir complicaciones.

No olvides: la vacuna contra la influenza es una de las mejores formas de proteger a los niños.

 

 

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¿Cómo identificar una alergia en tu hijo?

marzo 4, 2025

Las alergias en los niños son cada vez más comunes y pueden afectar su calidad de vida si no se diagnostican y manejan a tiempo. Como padres, es fundamental conocer los signos y síntomas de una posible alergia para actuar de manera oportuna y garantizar el bienestar de nuestros pequeños.

¿Qué es una alergia?

Una alergia es una reacción exagerada del sistema inmunológico ante sustancias que normalmente son inofensivas, conocidas como alérgenos. Estos pueden encontrarse en el aire, en los alimentos, en picaduras de insectos, en medicamentos o en el contacto con ciertos materiales.

Síntomas de alergias más comunes en niños

Alergias respiratorias

  • Estornudos frecuentes
  • Congestión o secreción nasal persistente
  • Ojos llorosos y enrojecidos
  • Tos crónica o sibilancias (sonido de silbido al respirar)
  • Dificultad para respirar

Alergias cutáneas

  • Enrojecimiento de la piel
  • Ronchas o urticaria
  • Picazón intensa
  • Hinchazón en ojos, labios o extremidades

Alergias alimentarias

  • Hinchazón en labios o lengua
  • Dolor abdominal, diarrea o vómito
  • Erupciones en la piel
  • Dificultad para respirar o reacciones graves como anafilaxia

Prevención y manejo de alergias en niños

Algunas estrategias para prevenir y controlar las alergias incluyen:

  • Evitar la exposición a alérgenos conocidos
  • Mantener una limpieza adecuada en casa para reducir ácaros y polvo
  • Optar por una dieta equilibrada y libre de alérgenos si es necesario

Detectar a tiempo una alergia en los niños es clave para evitar complicaciones y mejorar su calidad de vida. Si sospechas que tu pequeño podría tener una alergia, no dudes en acudir a un pediatra especialista en alergias para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuado.

pediatría, Salud infantil, Vacunación

Influenza vs. Resfriado: Aprende a Diferenciarlos

febrero 4, 2025

Cuando los niños comienzan a presentar síntomas como fiebre, congestión nasal y tos, muchos padres se preguntan si se trata de un simple resfriado o algo más serio como la influenza. Aunque ambas son infecciones respiratorias, hay diferencias clave que es importante conocer para tomar las mejores decisiones en el cuidado de la salud de tus hijos.

Diferencias clave entre la influenza y el resfriado

1. Causa

  • Influenza: Es provocada por el virus de la influenza (tipos A, B, C y D), que circula con mayor frecuencia en ciertas épocas del año.
  • Resfriado común: Puede ser causado por varios tipos de virus, como los rinovirus, adenovirus y coronavirus estacionales.

2. Inicio de los síntomas

  • Influenza: Aparece de manera repentina. En pocas horas, los niños pueden pasar de estar bien a sentirse muy enfermos.
  • Resfriado común: Se desarrolla de forma gradual, con síntomas leves al inicio.

 Síntomas principales

¿Cuándo acudir al pediatra?

Si tu hijo presenta fiebre alta que no cede, dificultad para respirar, cansancio extremo o falta de apetito, es recomendable acudir con su pediatra de inmediato. La influenza puede derivar en complicaciones como neumonía o infecciones del oído, por lo que es importante actuar a tiempo.

Prevención y tratamiento

  • Vacunación: La mejor forma de prevenir la influenza es con la vacuna anual.
  • Higiene: Lavarse las manos frecuentemente y evitar el contacto con personas enfermas ayuda a reducir el riesgo de contagio.
  • Reposo e hidratación: Tanto para la influenza como para el resfriado, es fundamental que los niños descansen y tomen líquidos en abundancia.

Distinguir entre la influenza y el resfriado común permite tomar medidas adecuadas para el bienestar de los niños. Si tienes dudas o notas síntomas de alarma, no dudes en acudir a consulta para recibir la mejor orientación y tratamiento.

Deshidratación, Doctores, pediatría, Salud infantil

¿Cómo prevenir la deshidratación en invierno?

enero 7, 2025

La deshidratación no es exclusiva de los días calurosos de verano; también puede presentarse en invierno, especialmente en niños. Las bajas temperaturas suelen disminuir la sensación de sed, lo que puede llevar a un menor consumo de líquidos. Además, la calefacción y la pérdida de humedad por la respiración en ambientes fríos contribuyen al riesgo de deshidratación. Exploremos consejos prácticos para prevenirla y mantener a tus pequeños saludables durante los meses más fríos.

¿Por qué ocurre la deshidratación en invierno?

  • Menor sensación de sed: En climas fríos, el cuerpo regula la temperatura de manera diferente, lo que reduce el impulso de beber agua.
  • Pérdida de humedad por calefacción: Los sistemas de calefacción resecan el ambiente, aumentando la evaporación de líquidos corporales.
  • Respiración en ambientes fríos: Al exhalar, el cuerpo pierde humedad, especialmente en temperaturas bajas.

Síntomas de deshidratación en niños

Es importante estar atento a los signos de deshidratación en los niños, ya que pueden ser menos conscientes de su necesidad de beber líquidos. Algunos síntomas comunes incluyen:

  • Boca seca o pegajosa.
  • Piel seca o menos elástica.
  • Orina de color oscuro o disminución en la frecuencia de micción.
  • Cansancio o irritabilidad.

Consejos para prevenir la deshidratación en invierno

  1. Ofrecer líquidos con regularidad: Asegúrate de que tus hijos beban agua constantemente, incluso si no tienen sed. Puedes establecer horarios para recordarles que beban.
  2. Incluir bebidas calientes: Ofrece infusiones o caldos bajos en sal para mantenerlos hidratados y calientes al mismo tiempo.
  3. Consumir alimentos ricos en agua: Las frutas como la naranja, la mandarina o la pera, así como las verduras como la zanahoria o el brócoli, son excelentes fuentes de hidratación.
  4. Humedecer el ambiente: Utiliza humidificadores o coloca recipientes con agua cerca de la calefacción para reducir la sequedad del aire en casa.
  5. Vestimenta adecuada: Evita el sobrecalentamiento con capas de ropa excesivas, ya que esto puede llevar a una mayor sudoración y pérdida de líquidos.
  6. Establecer rutinas de hidratación: Anima a tus hijos a beber un vaso de agua después de actividades físicas o al volver de la escuela.

Cuidados adicionales en niños más pequeños

En los bebés y niños pequeños, la deshidratación puede ser más peligrosa. Si están en periodo de lactancia, aumenta la frecuencia de las tomas. En el caso de niños que ya comen alimentos sólidos, incorpora caldos y purés hidratantes en su dieta.

Cuándo buscar ayuda médica

Consulta a un médico si tu hijo muestra signos severos de deshidratación, como:

  • Letargo extremo o confusión.
  • Labios o piel visiblemente secos.
  • Ausencia de orina por más de 8 horas.
Doctores, pediatría

Dr. Christopher Bello: Cuidados en época de frío

diciembre 4, 2024

Con la llegada del frío y las bajas temperaturas, es importante tomar medidas para proteger la salud de los niños especialmente porque su sistema inmunológico es más vulnerable. Aquí algunos aspectos clave a cuidar:

  • Evitar infecciones respiratorias: 

Vacunación: Asegúrate de que estén al día con las vacunas, especialmente la de influenza.

Higiene: Enseñe a los niños a lavarse las manos frecuentemente y a cubrirse la boca al toser o estornudar.

Evitar cambios bruscos de temperatura: Abrígalos bien antes de salir, pero sin sobrecargar, ya que un exceso de ropa también puede ser contraproducente.

  • Ropa adecuada:

Viste a los niños en capaz para que puedan adaptarse a los cambios de temperatura.

Asegúrate de que usen gorros, bufandas y guantes ya que gran parte del calor corporal se pierde por la cabeza y extremidades.

  • Ambientes cálidos y ventilados:

Mantén los espacios bien ventilados para evitar acumulación de virus y bacterias.

Evita el uso de calefactores que puedan generar humo o resecar demasiado el ambiente.

  • Nutrición e hidratación:

Refuerza su sistema inmune con una dieta rica en frutas y verduras de temporada como cítricos (naranja, mandarina y guayaba) que son fuente de vitamina C.

Aunque en invierno se reduce la sensación de sed, asegúrate de que se mantengan bien hidratados.

  • Actividad física:

Fomenta el ejercicio y las actividades al aire libre cuando el clima lo permita. Esto ayuda a fortalecer su sistema inmune y mejorar el ánimo.

  • Cuidado de piel y labios:

Protege su piel del frío con cremas hidratantes y bálsamos labiales para evitar resequedad y grietas.

Es importante prestar atención a síntomas tempranos, como fiebre, dificultad para respirar, tos persistente o irritabilidad, si se presentan cualquiera de estos síntomas consulta a tu pediatra de inmediato para evitar complicaciones.

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Escarlatina: Todo lo que necesitas saber sobre esta infección común

noviembre 27, 2024

La escarlatina es una infección que puede parecer alarmante, pero con el tratamiento adecuado, tiene un pronóstico excelente. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad.

¿Qué es la escarlatina?

La escarlatina es causada por la bacteria Streptococcus pyogenes, también conocida como estreptococo del grupo A. Aunque es más frecuente en niños de entre 5 y 15 años, puede afectar a personas de cualquier edad.

Síntomas principales

  • Fiebre alta
  • Dolor de garganta
  • Erupción cutánea: Aparece primero en el cuello y el pecho y se extiende al resto del cuerpo. La piel se siente áspera, como papel de lija.
  • Lengua de fresa: Enrojecida y con una textura similar a la de una fresa.
  • Enrojecimiento de las mejillas y palidez alrededor de la boca.

¿Cómo se contagia?

La escarlatina se transmite fácilmente a través de:

  • Gotitas respiratorias al toser o estornudar.
  • Contacto con superficies contaminadas.
  • Uso compartido de utensilios o bebidas.

Complicaciones si no se trata:

Aunque rara, la escarlatina puede provocar complicaciones graves, como:

  • Fiebre reumática.
  • Infecciones en los riñones (glomerulonefritis).
  • Abscesos o infecciones en tejidos cercanos.

Diagnóstico y tratamiento

El médico puede diagnosticar la escarlatina a través de:

  • Examen físico.
  • Prueba rápida de estreptococo o cultivo de garganta.

El tratamiento incluye antibióticos, que deben completarse en su totalidad para evitar complicaciones.

Consejos para los padres:

  1. Mantén a tu hijo en casa si tiene fiebre o está en tratamiento.
  2. Limpia superficies comunes y fomenta el lavado de manos.
  3. Revisa el estado de vacunación, aunque no hay una vacuna específica para la escarlatina, otras vacunas fortalecen el sistema inmunológico.

La escarlatina es una enfermedad que puede controlarse fácilmente si se detecta y trata a tiempo. La clave está en el diagnóstico temprano y seguir las indicaciones médicas.

adolescencia, Doctores, pediatría, salud mental

Independencia en los Adolescentes: Un Paso a la Vez

noviembre 27, 2024

Fomentar la independencia en los adolescentes es una etapa clave en su desarrollo, pero puede ser un desafío tanto para ellos como para los padres. Este proceso requiere equilibrio: permitirles crecer y tomar decisiones, mientras se les guía y apoya en el camino.

¿Por Qué Es Importante la Independencia?

La independencia ayuda a los adolescentes a desarrollar habilidades esenciales como la toma de decisiones, la resolución de problemas y la autoconfianza. También les permite explorar su identidad y prepararse para las responsabilidades de la adultez. Sin embargo, encontrar el ritmo adecuado para este proceso es crucial.

Cómo Ayudar a tu Hijo Adolescente a Ganar Independencia

  1. Fomenta la Toma de Decisiones
    Anímalo a tomar decisiones pequeñas en su día a día, como elegir su ropa o planificar su horario. Esto le permitirá sentirse responsable y capaz.
  2. Establece Límites Claros
    La independencia no significa ausencia de reglas. Establece límites razonables y explica su propósito, para que tu hijo entienda su importancia y aprenda a actuar dentro de ellos.
  3. Bríndale Oportunidades de Aprendizaje
    Permite que enfrente desafíos y aprenda de sus errores. Por ejemplo, dale la responsabilidad de administrar un presupuesto pequeño o de realizar tareas del hogar.
  4. Ofrece Apoyo sin Controlar
    Sé un apoyo constante, pero evita sobreprotegerlo. Escucha sus inquietudes y guíalo cuando lo necesite, sin resolver todo por él.
  5. Refuerza la Confianza
    Elogia sus logros y esfuerzos, reforzando su confianza en sí mismo. Hazle saber que confías en sus habilidades para tomar buenas decisiones.

Un Proceso Gradual

La independencia no sucede de la noche a la mañana; es un proceso que requiere paciencia y confianza mutua. Al permitirle a tu hijo explorar y crecer con el apoyo adecuado, estarás ayudándolo a desarrollar las habilidades y la seguridad que necesita para convertirse en un adulto responsable y seguro de sí mismo.

La clave está en avanzar un paso a la vez, adaptándose a su ritmo y celebrando cada logro en el camino.

Doctores, pediatría, Vacunación

Vacunación en la Infancia: Importancia, Mitos y Realidades

noviembre 12, 2024

Las vacunas son un tema crucial en el cuidado de la salud infantil y a menudo una de las primeras dudas que surgen en la crianza. Entender su importancia y desmitificar ideas erróneas es fundamental para tomar decisiones informadas que protejan la salud de los más pequeños.

¿Por Qué Son Importantes las Vacunas?

Las vacunas son una de las herramientas de salud pública más efectivas para prevenir enfermedades graves, muchas de las cuales pueden ser potencialmente mortales o dejar secuelas de por vida. Al vacunar a los niños, no solo se les protege a ellos, sino que se crea una barrera de inmunidad que ayuda a proteger también a quienes no pueden vacunarse, como bebés muy pequeños o personas con ciertos problemas de salud. Además, gracias a la vacunación, enfermedades como la poliomielitis han sido erradicadas en muchas partes del mundo y otras, como el sarampión, han reducido su incidencia.

Las vacunas actúan estimulando el sistema inmunológico para que reconozca y combata ciertos patógenos sin necesidad de padecer la enfermedad. Esto permite que el sistema inmune “aprenda” a defenderse, generando una memoria que reduce o elimina los riesgos en caso de una infección real.

Mitos Comunes Sobre las Vacunas y sus Realidades

A pesar de los beneficios demostrados de la vacunación, existen muchos mitos que generan dudas y, en algunos casos, llevan a los padres a tomar decisiones que pueden poner en riesgo la salud de sus hijos. A continuación, abordamos algunos de los mitos más comunes y explicamos la realidad detrás de ellos.

Mito: Las enfermedades prevenibles ya no existen, así que no es necesario vacunar

Realidad: Aunque es cierto que algunas enfermedades han sido erradicadas en ciertas áreas gracias a las vacunas, la movilidad mundial y los brotes inesperados pueden volver a introducirlas en comunidades que no están protegidas. Esto significa que si dejamos de vacunar, estas enfermedades podrían resurgir y propagarse rápidamente. El mejor ejemplo es el sarampión, una enfermedad que había disminuido en muchas partes del mundo, pero que ha experimentado un repunte en lugares donde las tasas de vacunación han disminuido.

Mito: Es mejor que los niños pasen por las enfermedades de forma natural

Realidad: La inmunidad natural puede proporcionar protección, pero los riesgos de contraer enfermedades graves son altos y pueden causar complicaciones, secuelas permanentes o, en algunos casos, la muerte. Las vacunas proporcionan inmunidad sin exponer a los niños a esos riesgos. Por ejemplo, la infección natural por el virus del sarampión puede ser muy peligrosa, mientras que la vacuna es segura y efectiva para generar protección sin los riesgos asociados.

Mito: Las vacunas sobrecargan el sistema inmune del niño

Realidad: Los estudios han demostrado que el sistema inmunológico de los niños es perfectamente capaz de manejar la exposición a múltiples vacunas sin problema. De hecho, todos los días el sistema inmunológico combate una gran cantidad de patógenos de forma natural. Las vacunas contienen una cantidad muy pequeña de antígenos en comparación con lo que el sistema inmune enfrenta cotidianamente.

¿Qué Puedo Hacer para Asegurarme de que Mi Hijo Recibe las Vacunas Correctas?

  1. Consulta con tu pediatra: Tu pediatra es el mejor recurso para orientarte sobre el esquema de vacunación ideal para tu hijo, ya que está diseñado para proteger contra enfermedades en los momentos de mayor riesgo.
  2. Apégate al calendario de vacunación: Seguir el calendario de vacunación recomendado es fundamental para garantizar la efectividad de las vacunas.
  3. Resuelve tus dudas con fuentes confiables: Busca información en sitios oficiales o en instituciones de salud confiables para evitar caer en mitos o información errónea.

La vacunación infantil es una decisión informada y responsable que protege no solo a los niños, sino a toda la comunidad. Al conocer la realidad detrás de los mitos, los padres pueden sentirse más seguros al seguir el calendario de vacunación y cuidar de la salud de sus hijos.

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Salud Mental en Adolescentes: Cómo Detectar las Señales de Alerta

octubre 31, 2024

La adolescencia es una etapa compleja en la que los jóvenes enfrentan una variedad de presiones que pueden afectar su salud mental. La carga académica, las expectativas sociales y los desafíos personales a menudo generan altos niveles de estrés, ansiedad y, en algunos casos, problemas emocionales graves. Detectar a tiempo las señales de alerta en tu hijo adolescente puede marcar una gran diferencia en su bienestar.

Presiones a las que se Enfrentan los Adolescentes

La salud mental de los adolescentes se ve afectada por factores como:

  • Exigencia por buenas calificaciones y acceso a universidades de prestigio.
  • Sobrecarga de actividades y falta de tiempo para descansar.
  • Acoso escolar, ya sea en persona o en redes sociales.
  • Inquietudes sobre el cambio climático y otros conflictos globales.
  • Experiencias de discriminación y problemas económicos.

Señales de Alerta en la Salud Mental de tu Hijo Adolescente

Algunos comportamientos pueden indicar que tu hijo necesita apoyo:

  • Cambios notables en el sueño, peso o apetito: Estas alteraciones pueden reflejar niveles elevados de estrés o tristeza.
  • Aislamiento social o pérdida de interés: Si ha dejado de participar en actividades que solía disfrutar o se muestra distante con amigos y familiares, podría ser una señal de alerta.
  • Desempeño escolar y concentración: La caída en las calificaciones o dificultad para concentrarse en sus tareas es un signo común de problemas emocionales.
  • Pensamientos de desesperanza, tristeza extrema o ansiedad: Expresiones de tristeza profunda o frases que reflejan desesperanza son señales clave de alerta.
  • Comentarios sobre la muerte o autolesiones: Cualquier mención de pensamientos suicidas o sobre hacerse daño no debe ignorarse y requiere atención inmediata.

¿Cómo Apoyar a tu Hijo?

Si detectas alguna de estas señales, la comunicación abierta es esencial. Habla con él sin juzgar, escúchalo con empatía y muéstrale que puede contar contigo. Ofrece tu apoyo sin presionarlo, y considera la importancia de buscar la orientación de un profesional de salud mental para abordar la situación de manera adecuada.

La intervención temprana y el apoyo emocional adecuado son esenciales para ayudar a tu hijo a enfrentar estos desafíos. Tu sensibilidad y atención pueden marcar la diferencia, brindándole las herramientas necesarias para un desarrollo emocional saludable.

Fuente:healthychildren.org

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Enfermedades de Temporada: Todo lo que Necesitas Saber sobre la Gripe

octubre 21, 2024

La llegada del otoño trae consigo no solo la caída de las hojas y el fresco en el aire, sino también el regreso de la gripe, una enfermedad común pero que merece nuestra atención, especialmente en los más pequeños. En este artículo, te ofreceré información clara y concisa para que puedas cuidar mejor de la salud de tu hijo durante esta temporada.

¿Qué es la Gripe?

La gripe es una infección viral que afecta a las vías respiratorias. Es más contagiosa que un resfriado común y puede provocar síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta, dolores musculares y fatiga. Aunque en la mayoría de los casos es leve, puede ser más grave en niños pequeños, bebés y en aquellos con condiciones de salud preexistentes.

¿Cómo se Propaga?

La gripe se transmite principalmente a través de gotas que se expulsan al toser, estornudar o hablar. También se puede contraer al tocar superficies contaminadas y luego tocarse la boca, nariz o ojos.

Síntomas Comunes

  • Fiebre: Generalmente alta, aunque no todos los niños presentan fiebre.
  • Tos seca: Puede ser persistente.
  • Dolores musculares: Que pueden hacer que el niño se sienta cansado.
  • Dolor de garganta: Que a menudo acompaña a la tos.
  • Congestión nasal: Puede llevar a dificultad para respirar.
  • Fatiga: El niño puede sentirse más cansado de lo habitual.

Prevención

  1. Vacunación: La vacuna contra la gripe es la mejor manera de proteger a tu hijo. Se recomienda anualmente para todos los niños mayores de 6 meses.
  2. Higiene: Enseña a tu hijo a lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de toser, estornudar o ir al baño.
  3. Evitar el contacto cercano: Mantén a tu hijo alejado de personas enfermas y evita multitudes durante el pico de la temporada de gripe.
  4. Higiene respiratoria: Anima a tu hijo a cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable o el codo al toser o estornudar.

¿Qué hacer si tu hijo se enferma?

  • Consulta al pediatra: Si sospechas que tu hijo tiene gripe, especialmente si presenta fiebre alta o dificultad para respirar, es importante buscar atención médica.
  • Descanso y líquidos: Asegúrate de que tu hijo descanse lo suficiente y beba líquidos para mantenerse hidratado.
  • Medicamentos: Utiliza medicamentos para el alivio de los síntomas, como el paracetamol, pero siempre bajo la supervisión de un médico.

La gripe es una enfermedad de temporada que puede ser prevenible y manejable con los cuidados adecuados. Mantente informado y atento a los síntomas en tus hijos. Recuerda que la vacunación y una buena higiene son tus mejores aliados para mantener a tu familia sana. ¡Cuida de ellos y disfruta de una temporada otoñal sin preocupaciones!