La ansiedad de separación es una etapa normal del desarrollo infantil, que generalmente comienza alrededor de los 9 meses y puede durar hasta la primera infancia. Es una reacción natural cuando los niños comprenden que las personas existen incluso cuando no están presentes, lo que genera miedo y malestar cuando se separan de sus cuidadores principales.
¿Por qué sucede la ansiedad de separación?
A medida que los bebés desarrollan su comprensión del mundo, entre los 6 y 9 meses de edad, empiezan a entender que las personas y los objetos continúan existiendo, incluso si no pueden verlos (un concepto llamado «permanencia del objeto»). Esto significa que cuando los padres o cuidadores salen de su campo visual, los niños saben que han desaparecido pero no tienen la seguridad de que volverán. Este temor puede manifestarse con llanto, ansiedad o resistencia a separarse de sus padres.
Consejos para aliviar la ansiedad de separación
- Despedidas rápidas y consistentes: Cuando debas dejar a tu hijo, hazlo de manera breve. Prolongar la despedida solo puede aumentar el malestar del niño. Mantén una rutina consistente para despedirte y asegúrate de cumplir con la promesa de regresar.
- Práctica con separaciones cortas: Para ayudar a tu hijo a acostumbrarse a estar lejos de ti, empieza por separaciones cortas en entornos familiares. Gradualmente, aumenta el tiempo de separación. Esto le permitirá adaptarse de manera gradual.
- Crea una rutina de despedida: Tener un ritual sencillo y calmado para las despedidas puede tranquilizar a tu hijo. Este ritual puede ser tan simple como decirle: «Volveré después de la siesta», y darle un abrazo antes de irte.
- No te vayas en secreto: Aunque puede parecer una buena idea evitar el drama, desaparecer sin decir adiós puede aumentar la ansiedad y hacer que tu hijo se vuelva más temeroso la próxima vez.
- Mantén la calma: Los niños son muy sensibles a las emociones de los adultos. Si te muestras tranquilo y confiado cuando te despides, tu hijo tendrá más confianza en que todo estará bien.
¿Cuándo es motivo de preocupación?
Es importante recordar que la ansiedad de separación es una fase normal. Sin embargo, si tu hijo sigue experimentando un nivel alto de ansiedad, que interfiere significativamente en su vida diaria, o si los síntomas se prolongan más allá de los 2 años de edad, sería recomendable hablar con un pediatra o un especialista. Un nivel excesivo de ansiedad podría ser un indicio de un problema más serio, como un trastorno de ansiedad por separación.
La ansiedad de separación es parte del desarrollo saludable de tu hijo. Con paciencia, amor y algunas estrategias simples, puedes ayudar a tu pequeño a superar esta etapa y ganar confianza en su independencia.