Tener un recién nacido en casa siempre es una razón de felicidad y emoción para las mamás y los papás del pequeñito, pero cuando el bebé llega en temporadas de frío, a finales del otoño o durante el invierno, los padres (en especial los primerizos) no pueden evitar sentirse muy preocupados por mantener a su bebé lejos de las corrientes de aire frío o no exponerlos a bajas temperaturas. Para aliviar un poco las preocupaciones, les tenemos cinco consejos que aplicar con su bebito durante estos meses de frío.
- Para no exponer al bebé a cambios bruscos de temperatura, es recomendable salir con él/ella a horas centrales cuando el contraste del clima no es tanto; las horas recomendadas son entre el medio día y las tres de la tarde.
- El mecanismo de regulación de un recién nacido aun sigue en desarrollo, por lo que la temperatura debe controlarse a través de su cuellito y nuca.
- La piel de los recién nacidos es mucho más delicada que la de un niño pequeño o un adulto, por lo que la ropa con la que se vista debe ser de algodón, suave y nada ajustada, para evitar roces e irritaciones.
- Los vientos fríos «queman» la piel del bebé más rápido, por lo que es bueno mantener humectadas las áreas expuestas al frío con cremitas humectantes y, de preferencia, que sean de origen vegetal.
- Para reforzar su sistema inmune, es necesario darles una dieta completa y no quitarles la leche materna antes de tiempo.