Si estas pensando en tener un bebito, aquí te dejamos unas cuantas razones que demuestran que concebir durante los meses de invierno es la mejor opción, tanto para ti con tu embarazo como para tu pequeñito cuando nazca.
- Se evitan los meses de verano, lo que representa un beneficio para ti como futura mamá, ya que si concibes a tu chiquito entre Enero o Febrero, tus últimas semanas de gestación serán durante Octubre o Noviembre, lo que hará las molestias típicas, como la retención de líquidos, no se agraven más con el calor.
- El impacto en la salud del bebé, ya que los meses críticos de la gestación serán durante los meses con más sol, lo que aportará más vitamina D, que es un componente fundamental para la absorción de calcio y fortalecimiento para los músculos de tu bebé.
- Bebés con mejor vista, y es que la revista «Ophthalmology» ha relacionado la aparición de miopía directamente con el momento del nacimiento de un bebito; se ha demostrado que los bebés que nacen durante los meses de verano son más propensos a tener deficiencias visuales a largo plazo, esto tal vez se deba a su exposición diaria a los rayos de Sol, que son un poco más agresivos durante verano.
- Una vida más larga, ya que hay estudios que apuntan a una conexión entre nacer durante otoño e invierno y tener una vida más larga; el 16% de los bebés nacidos en estás épocas suelen ser centenarios.
