La leche materna es indispensable para tu bebé y es determinante durante sus primeras horas de vida para iniciar una lactancia de éxito, ya que aunque un recién nacido cuenta con reflejos para mamar, es un proceso que también requiere práctica, tanto por parte del bebito como de la madre, desde la postura, el agarre y saber cuando el bebé tiene ganas de comer o no.
Muchos expertos han recalcado la importancia de dejar que madre e hijo se conozcan, sin distracciones y pasando tiempo juntos, esto para poder crear el vínculo madre-hijo que la lactancia materna ofrece desde el primer momento en que la nueva mami sostiene al bebé; por esto es recomendable que, el día del parto, sea el papá quien reciba a las visitas y los regalos si el bebé se encuentra comiendo y así no interrumpir el momento.
La leche materna contiene elementos que el bebito necesita para su crecimiento y desarrollo, así como sustancias que lo protegen contra infecciones y alergias; los bebés que reciben leche materna tienen menos probabilidades de desarrollar obesidad y alguna otra enfermedad crónica, es por esto que amamantar a tu bebé desde su primera hora de vida es indispensable y no es necesario darle otros alimentos como agua, tés o fórmula (a menos que sea recomendada por un pediatra).
Recuerda: la leche es el mejor alimento que le puedes dar a tu bebito para mantenerlo sano, fuerte y con un crecimiento estable.
